Vaya por delante que respeto el derecho constitucional a la huelga, cuya reclamación básica es un aumento de 2000 a 2500 euros al mes (trienios incluídos) para administrativos, forenses y demás cuerpo técnico. Lo que los ciudadanos, procuradores y abogados no podemos tolerar es que se vulnere un día sí y otro también el derecho a la tutela judicial efectiva, tan derecho fundamental como el de la huelga, debido entre otros a unos servicios mínimos minimalistas y mal negociados por la Xunta. Lo que no se puede tolerar es que toda una señora jueza quiera celebrar un juicio y venga un piquete informativo a coaccionarla para no celebrarlo (delante de mis narices y de la otra abogada que no podía dar crédito). Lo que no se puede tolerar es que los políticos que nos gobiernan en la Xunta de Galicia hayan dejado crecer el conflicto (tras los paros parciales de enero de 2018) y "se acuerden de Santa Bárbara cuando truena". Lo que no pueden los sindicatos es "hacer un Ricky Martin", es decir: "un pasito pa´alante María, otro pasito pa´atrás" y una semana ofrecer una cosa y a la siguiente desdecirse y pedir más cosas. Lo que no puede hacer todo un político como el Sr. Barreiro, Jefe de Función Pública de la Xunta es llegar a una reunión y mofarse de los sindicalistas y recordarles lo que se ahorra la Xunta en nóminas mientras dure el conflicto. Pero lo inadmisible de políticos y sindicatos es SU IRRESPONSABILIDAD, INCOMPETENCIA E INUTILIDAD al fijar reuniones cada semana y media (en vez de día tras día), o NO SABER DIALOGAR, RESPETARSE MUTUAMENTE, ESCUCHARSE NI ACERCAR POSTURAS. En 20 años que llevo de abogado en A Coruña nunca he visto nada igual: juzgados y pasillos vacíos, miles de vistas suspendidas hasta despues del verano, trámites sin cobrar....estamos asistiendo al derrumbe de otro pilar básico de la democracia, LA JUSTICIA, ante la impertérrita mirada de los representantes de los trabajadores y los representantes del pueblo, más ocupados de cosechar votos y reivindicar imposibles que de arreglar el monumental atasco judicial, los pésimos sistemas informáticos, la escasez de personal y juzgados, la descoordinación de vistas, visitas de profesionales y trabajo de los funcionarios, unido al arduo trabajo de muchos funcionarios y la vaguería ostentosa de otros que llegan a trabajar a las 9 y cuarto, toman un café de una hora, hacen la compra y marchan antes de las 3. Mi más sentido pésame hacia unos magníficos JUECES, SECRETARIOS JUDICIALES Y FISCALES Y FUNCIONARIOS DE JUSTICIA que tienen que lidiar día si y día también contra corruptos, narcotraficantes, maleantes y algún que otro sindicalista más ocupado de dinamitar la convivencia que de atender a las súplicas de sus afiliados (si, han oído bien), que chillando por los pasillos les echan en cara que han llevado a los funcionarios "al abismo" con la presente huelga. Oído y visto con mis propios ojos en un Juzgado tan vacío como el de la foto. Pero falta lo mejor: pensiones de viudedad sin cobrar por la huelga, divorcios y pensiones de alimentos que no se harán efectivas haciendo a los hijos pasar hambre, empresas que no podrán cobrar a tiempo y tendrán que cerrar, despidos y trabajadores que se irán a la calle con una mano delante y otra detrás, y de postre, procuradores y abogados cuyos negocios peligran, ya que una justicia tardía, no es justicia para nadie. Todo eso aunque la huelga se desconvoque mañana. Mientras, los políticos se rien y los sindicalistas miran egoístamente para su bolsillo sin importarles a unos y a otros el resto de los ciudadanos. Estos días de huelga en Coruña y en toda Galicia NI HAY JUICIOS NI HAY DERECHO.
Pablo Carvajal de la Torre. Abogado desde el 22 de abril de 1998 para denunciar -también- esta injusticia y las que hagan falta. Sin una tutela judicial efectiva no hay Justicia y sin ella no hay democracia.